Tillerson: Estados Unidos no permitirá que Corea del Norte retenga al mundo como rehén

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Buenas tardes y gracias por la oportunidad de dirigirme a ustedes hoy. En nombre de Estados Unidos, agradezco a Japón y al ministro de Asuntos Exteriores Kono por haber convocado esta sesión ministerial sobre la creciente amenaza de Corea del Norte. Al asumir el cargo, el presidente Trump identificó a Corea del Norte como la mayor amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. Ese criterio sigue siendo el mismo hoy en día. Después de haber lanzado el ICBM (misil balístico intercontinental) el 29 de noviembre, el gobierno norcoreano afirmó que ahora tenía la capacidad de atacar cualquier lugar en el territorio continental de Estados Unidos. Las crecientes capacidades de Corea del Norte reflejan una amenaza directa para nuestra seguridad y la seguridad de todo el mundo. No consideramos que esta afirmación sea una amenaza vacía.

Las continuas actividades ilegales de lanzamiento y ensayos de misiles del régimen norcoreano demuestran su desprecio por Estados Unidos, sus vecinos de Asia y todos los miembros de las Naciones Unidas. Ante semejante amenaza, la falta de acción es inaceptable para cualquier nación. Mediante una serie de firmes resoluciones del Consejo de Seguridad, este órgano ha desempeñado un papel líder en la condena de los programas ilícitos nucleares y de misiles de Corea del Norte y la imposición de consecuencias. La comunidad internacional sigue firme en su determinación de que no aceptaremos una Corea del Norte nuclear.

Cada Estado miembro de la ONU debe aplicar plenamente todas las resoluciones existentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Para aquellos países que no lo han hecho, o que han tardado en aplicar las resoluciones del Consejo de Seguridad, su vacilación plantea la duda de que su voto sea sólo un compromiso de palabra, pero no de hecho. En el caso de los países que no han tomado medidas, les insto a que tengan en cuenta sus intereses, sus alianzas y sus valores frente a esta grave amenaza mundial.

Creemos que se puede y se debe hacer más que la aplicación de los requisitos mínimos de las resoluciones del Consejo de Seguridad dirigidas a la RPDC (República Popular Democrática de Corea). La primavera pasada, Estados Unidos inició una campaña de presión pacífica de sanciones económicas y diplomáticas contra Corea del Norte, con la intención de establecer las condiciones para que Corea del Norte participara en negociaciones serias dirigidas al abandono total, verificable e irreversible de sus programas de armas nucleares. Nuestra determinación de continuar esta campaña es aún mayor hoy en día. Durante el año pasado, muchos aliados y asociados de Estados Unidos se han unido a nuestra campaña, yendo más allá del mero cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad. Solicitamos a estas naciones que continúen aumentando la presión a través de acciones unilaterales. Al hacerlo, Corea del Norte se verá aún más aislada política y económicamente, lo que dificultará el apoyo y los fondos para sus programas ilegales nucleares y de misiles.

Hacemos un llamamiento en particular a Rusia y China para que aumenten la presión, lo que incluye ir más allá de la plena aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Continuar permitiendo que los trabajadores norcoreanos laboren en condiciones de esclavitud dentro de Rusia a cambio de que los salarios sean usados para financiar programas de armas nucleares pone en duda la dedicación de Rusia como socio para la paz. De manera similar, mientras el petróleo crudo chino fluya hacia las refinerías de Corea del Norte, Estados Unidos cuestiona el compromiso de China para resolver un asunto que tiene serias implicaciones para la seguridad de sus propios ciudadanos.

Recientemente, el régimen norcoreano ha tratado de describir las sanciones de la ONU como perjudiciales para las mujeres y los niños. Pero este es un régimen que hipócritamente gasta miles de millones en programas nucleares y de misiles balísticos, mientras que su propio pueblo sufre una gran pobreza. El régimen podría alimentar y cuidar a las mujeres, los niños y la gente común de Corea del Norte si optara por el bienestar de su pueblo en lugar de por el desarrollo de armas. La RPDC tiene una opción: puede dar marcha atrás, abandonar sus programas ilegales de armas nucleares y unirse a la comunidad de naciones, o puede continuar condenando a su pueblo a la pobreza y el aislamiento. El régimen de Pyongyang es el máximo responsable del bienestar de su pueblo.

Corea del Norte afirma que su programa de armas nucleares es un paso esencial para la supervivencia de su régimen. Al tomar esta decisión, Corea del Norte se ha hecho a sí misma menos segura y su economía se ha aislado y desconectado aún más de la economía mundial.

Hemos tenido claro que todas las opciones permanecen sobre la mesa en defensa de nuestra nación, pero no buscamos ni queremos la guerra con Corea del Norte. Estados Unidos utilizará todas las medidas necesarias para defenderse contra la agresión de Corea del Norte, pero nuestra esperanza sigue siendo que la diplomacia produzca una resolución. Como dije a principios de esta semana, un cese sostenido del comportamiento amenazador de Corea del Norte debe ocurrir antes de que puedan empezar conversaciones. Corea del Norte debe ganarse la vuelta a la mesa. La campaña de presión debe, y así lo hará, continuar hasta que se logre la desnuclearización. Mientras tanto, seguiremos teniendo abiertos nuestros canales de comunicación.

Nuestro mensaje de hoy es uno que este órgano ha escuchado antes, y otro que seguiremos repitiendo: Estados Unidos no permitirá que el régimen de Pyongyang retenga al mundo como rehén. Continuaremos haciendo responsable a Corea del Norte de su comportamiento temerario y amenazador hoy y en el futuro. Pedimos a cada país aquí presente que se una a nosotros en el ejercicio de la soberanía para proteger a todo nuestro pueblo. Solicitamos a todos que se sumen a un esfuerzo unificado para lograr una desnuclearización completa y verificable de la península de Corea. Gracias.

Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.