Declaraciones en ocasión del evento Sumar a hombres y niños en la prevención de la violencia contra mujeres y niñas

Departamento de Estado de los Estados Unidos
Oficina de la Portavoz

Declaraciones
John J. Sullivan
Subsecretario de Estado

En ocasión del evento “Sumar a hombres y niños en la prevención de la violencia contra mujeres y niñas”

Centro George C. Marshall , Washington D.C.
4 de diciembre de 2017

SUBSECRETARIO SULLIVAN: Gracias, embajador Kozak. Buen día a todos. Gracias por estar hoy aquí.  Me complace estar aquí presente, y es un honor tener la oportunidad de hablar ante todos ustedes.

Los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género brindan una plataforma global para que gobiernos, organizaciones y personas de todo el mundo se movilicen y sensibilicen a los demás sobre la necesidad urgente de terminar con la violencia contra mujeres y niñas en todos los ámbitos.

Como lo mencionó el embajador Kozak, estuve en Nigeria hace algunas semanas y me reuní con organizaciones de la sociedad civil, sobrevivientes, mujeres y niñas —jovencitas y adolescentes— que habían sufrido crímenes aberrantes perpetrados contra ellas y sus familias. Este es un tema apremiante para cualquier persona, pero sobre todo para nosotros los estadounidenses.

La violencia basada en el género daña a las personas y vulnera nuestros derechos humanos inalienables más fundamentales. Desde las agresiones sexuales, el matrimonio precoz o forzado y la violación sexual, hasta la violencia en las relaciones de pareja y los llamados crímenes de honor, las mujeres y niñas enfrentan violencia en una medida desproporcionada en todo el mundo. Lamentablemente, las estadísticas son alarmantes y sombrías. Se estima que una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sufrido violencia, violación sexual u otro tipo de abusos en su vida. Según la Organización Mundial de la Salud, al menos el 30 % de las mujeres en el mundo han sufrido este tipo de violencia a manos de una pareja. Según ONU Mujer, la violencia contra las mujeres genera más muertes y casos de discapacidad en mujeres y niñas de entre 15 y 44 años que el cáncer, los accidentes de tránsito, el paludismo y la guerra, combinados.

Por último, en Estados Unidos, casi una de cada tres mujeres —y uno de cada seis hombres— ha sufrido algún tipo de violencia sexual. Más allá del perjuicio evidente y directo que causa a las personas, la violencia contra las mujeres perjudica a la sociedad entera y frustra o revierte los avances conseguidos en materia de desarrollo, salud y seguridad. Por ejemplo, las organizaciones terroristas radicales, como las que lamentablemente existen dentro de Nigeria, atacan de manera directa a mujeres y niñas para lograr sus objetivos ideológicos y tácticos. Estos ataques contra las niñas y las escuelas a las que asisten impiden que reciben una educación, al mantenerlas alejadas de las aulas y excluirlas de la posibilidad de alcanzar su pleno potencial como ciudadanas, emprendedoras, líderes o simplemente seres humanos.

Y esta violencia no afecta solamente a las víctimas, sino que también provoca una reacción en cadena que agrava los ciclos de pobreza e inestabilidad que observamos en tantos países, con consecuencias no solo para las personas sino para sociedades enteras. Ya sea que ocurra dentro o fuera del lugar de trabajo, la violencia contra las mujeres puede coartar la capacidad de estas de participar plenamente en la economía. No es fácil hablar de este tema, pues estar con víctimas puede resultar doloroso y emocionalmente agotador; sin embargo, debemos abordar este tema de lleno si pretendemos lograr algún avance.

Y uno de los pasos más importantes para terminar con este problema global es conseguir el compromiso de todos, incluidos hombres y niños. La violencia contra las mujeres afecta a los hombres y a los niños de dos formas negativas: de manera directa, como sobrevivientes de hechos de violencia, y de manera indirecta, al estar expuestos a la violencia. Sucesivos estudios han demostrado que cuando la violencia se presencia o se experimenta, es probable que se repita. La violencia de género es cíclica. Los hombres que presencian la violencia a temprana edad tienen el doble de probabilidades de convertirse en agresores en el futuro. De manera similar, las niñas que experimentan relaciones abusivas desde temprana edad están expuestas a un mayor riesgo de ser victimizadas por otras personas posteriormente. Sumar a este objetivo a hombres y niños, contribuyendo a que sean esposos y padres cariñosos, solidarios y comprometidos, es un paso clave para lograr un cambio transformador sostenido.

Desde que se fundó en Brasil hace 20 años, nuestro socio Promundo, que trabaja junto a varios otros socios comprometidos, ha contribuido a prevenir la violencia en más de 40 países mediante acciones de investigación y evaluación de alto impacto, acciones de incidencia selectivas y programas educativos con efectividad demostrada. Los programas como Promundo suman a hombres y niños a la lucha contra la violencia de género, reforzando el rol masculino en este tema y promoviendo la igualdad de género. Promundo insta a los hombres a ser activos, cariñosos y equitativos en su rol de padres. Con ese fin, Promundo ha creado la campaña MenCare, para promover la participación de los hombres como padres y cuidadores dedicados, fortalecer a las familias, mejorar la igualdad de género y fomentar una mejor salud para toda la familia. Promundo también ha iniciado las Encuestas Internacionales sobre Hombres e Igualdad de Género (International Men And Gender Equality Surveys, IMAGES), que miden las actitudes y prácticas de hombres y mujeres con respecto a igualdad de género y violencia contra mujeres y niñas.

Y hoy nos complace celebrar el lanzamiento de Voces contra la Violencia (Voices Against Violence, VAV), una asociación público-privada junto con la Fundación Avon, que adopta un enfoque integral para combatir la violencia contra las mujeres, y suma a hombres y niños a interrumpir el ciclo, sobre todo en zonas de conflicto. Y es en estas zonas de conflicto donde el uso específico de la violencia contra las mujeres, sobre todo la violencia y la explotación sexuales, se utiliza como recurso de guerra, lamentablemente con demasiada frecuencia. Desde los conflictos en Bosnia-Herzegovina, Colombia y Liberia, hasta hechos de violencia más recientes a manos de ISIS, Boko Haram y miembros de las fuerzas de seguridad en Birmania, vemos una y otra vez que las mujeres se ven afectadas desproporcionadamente en épocas de crisis.

VAV trabaja para involucrar a hombres y niños en todos los niveles. Reúne a partes interesadas clave para aprovechar las habilidades y mejores prácticas que pueden aplicarse globalmente. Al asegurar que hombres y niños participen en capacitaciones para prevenir la violencia, ayuda a que otros hombres reconozcan que esta no es únicamente una cuestión femenina y que necesitamos la ayuda de todos para lograr un cambio.

VAV ha empezado a organizar capacitaciones regionales sobre medidas para combatir la violencia contra las mujeres, y ha invitado a actores judiciales masculinos, funcionarios de aplicación de la ley, miembros de la sociedad civil y activistas para establecer defensores y promover mayores garantías para las sobrevivientes. Los defensores masculinos son indispensables para interrumpir el ciclo de violencia.

VAV será una nueva herramienta efectiva para que las embajadas y nuestras oficinas del Departamento de Estado no solo brinden asistencia a sobrevivientes de violencia de género, sino además para romper el ciclo de violencia trabajando de manera directa con hombres y niños en este tema. Asimismo, VAV contribuirá a que el Departamento de Estado asuma actividades importantes como responder a ataques con ácido, prevenir la mutilación genital femenina y poner fin a los crímenes de honor, a fin de que podamos proteger a las mujeres en el mundo que no tienen adónde más acudir.

Incorporar a hombres y niños como enérgicos actores de cambio y defensores para erradicar la violencia contra las mujeres y contra los niños y niñas es un factor esencial para resolver un problema de magnitud mundial. Aunque estamos logrando avances, esto recién es el comienzo. Todavía hay mucho más por hacer. Y al seguir trabajando juntos para promover la igualdad de género y eliminar los prejuicios de género, estoy convencido de que podremos lograr enormes avances para romper este ciclo de violencia.

En nombre del secretario Tillerson, quiero agradecerles por haber venido hoy. Esperamos que estos importantes debates nos permitan dar al menos un paso más en nuestros esfuerzos por involucrar a hombres y niños y poner fin a un problema que nos afecta a todos. Muchísimas gracias. (Aplausos).

Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.